La práctica totalidad de las marcas consideran como una pieza estratégica a la hora de mejorar sus resultados empresariales la innovación en sus envases y embalajes. Es por ello que la adaptación del packaging al futuro ligado a la sostenibilidad se antoja como fundamental. Estamos ante un sector innovador y sostenible en el que el diseño y la producción han de considerar la disminución de los residuos de envase, a través de la prevención, reutilización y reciclado.
El año 2022 está siendo difícil de olvidar para el sector de los envases, embalajes y packaging en general. El famoso “Pacto Europeo” de economía circular supuso una gran revolución en la forma y el fondo de operar de muchas empresas del sector. Y supuso que, tanto la industria, como los propios consumidores reclamaran mayor sostenibilidad en los envases y sus materiales.
A esto hay que añadir la inclusión en nuestro ordenamiento jurídico de varias directivas europeas en materia de sostenibilidad. Que provoca aún más novedades y requisitos que las empresas han de cumplir.
Y, por si fuera poco, las actuales circunstancias, con el aumento de los precios de las materias primas, así como la incertidumbre del panorama internacional, obliga a una continua adaptación del packaging para intentar seguir creciendo.
¿Cuáles son estos cambios normativos?
En la Agenda del Pacto Verde Europeo figura un recorte no inferior al 55% de las emisiones actuales para 2030. El Parlamento Europeo va incluso más allá, ampliando el objetivo hasta el 60%.
Por supuesto, para llegar a esas cifras, es imprescindible impulsar medidas que abarquen todos los sectores de la economía.
Como, por ejemplo, el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Economía Circular. Para mejorar la sostenibilidad y circularidad de los procesos y consolidar un tejido industrial innovador, sostenible, competitivo y capaz de revertir los efectos de una producción lineal. El PERTE apuesta por 3 objetivos fundamentales para el avance de la economía circular:
El fomento del ecodiseño. Promoviendo el diseño de productos teniendo en cuenta el impacto ambiental de los objetos, tanto en su fabricación como en su uso posterior.
Reducción del consumo de las materias primas vírgenes. Incorporando materias primas recuperadas en la producción de nuevos bienes.
Gestión de los residuos. Mediante plantas de tratamiento que incrementen la reutilización y el reciclado.
Para ello es fundamental el impulso de la digitalización en todas estas fases.
Ley 7/2022 de 8 de abril, de Residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Además, en nuestro país, entró en vigor el pasado mes de abril la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular. Esta ley tiene por objetivo principal mejorar la gestión de los residuos generados y minimizar su impacto sobre el medio ambiente, siempre en línea con la jerarquía de desechos.
Esta nueva ley apuesta por:
Establecer un calendario para reducir el peso de los residuos producidos: un 13 % para 2025 y en un 15 % para 2030.
Implementación en los municipios de nuevas recogidas separadas de biorresiduos domésticos.
Con respecto a los plásticos de un solo uso, la ley prohíbe la fabricación de algunos monouso y además pone límites. Por ejemplo, los recipientes para alimentos de consumo inmediato tendrán reducciones del 50% en peso en 2026, con respecto a 2022; y en 2030, del 70 % en peso, con respecto a 2022. Para poder llevar a cabo estos objetivos, la norma establece que “todos los agentes implicados en la comercialización fomentarán el uso de alternativas reutilizables o de otro material no plástico”.
Adaptación del packaging
En este escenario, se abren nuevas líneas de trabajo para desarrollar sistemas de envases y embalajes adaptados a estos cambios normativos. Éstos cambios aceleran el proceso de concentración de las empresas. En resumen, nos espera una época de grandes transformaciones a nivel productivo, operativo, organizativo y con dosis de innovación.
Un análisis exhaustivo del packaging, desde el punto de vista funcional, nos ayudará también a reducir componentes superfluos y a aprovechar mejor el espacio de carga con la consiguiente reducción de costes logísticos.
Cada vez hay más competidores globales y aquellos que no puedan mantener el ritmo corren el riesgo de desaparecer. Por ello es muy importante profesionalizar las empresas del sector para seguir siendo competitivas y seguir siendo atractivas para el mercado. El futuro del packaging y sus empresas dependerá en gran medida de la capacidad de adaptarse al nuevo entorno y eso innovación y transformación digital.
Es por ello que en Coverpan trabajamos en todos estos aspectos desde hace muchos años. Estando siempre a disposición de las empresas, con nuestros conocimientos, para trabajar juntos en la cadena de valor del packaging.