Cada vez más los fabricantes requieren soluciones para protección de los alimentos que sean eficaces y eficientes.
Las preocupaciones de los consumidores en cuestiones de seguridad y calidad de los alimentos impulsan a los fabricantes de los mismos a hacer uso de mejores envases alimentarios.
Envases alimentarios de calidad y biodegradables
La protección de los alimentos aborda una combinación de obstáculos físicos, químicos y biológicos para controlar el deterioro y los microorganismos patogénicos y prolongar la vida útil, a la vez que se cumplen las políticas de seguridad microbiana.
Los envases alimentarios deben conservar su valor incluso cuando llegan al final de su vida útil. Las bolsas de plástico, por ejemplo, pueden reciclarse y transformarse en nuevos productos, o recuperarse como energía para reducir el consumo de combustibles fósiles, protegiendo el medio ambiente al mismo tiempo.
Los bioplásticos son la última incorporación a la familia de los plásticos y representan posibilidades muy prometedoras para el futuro.
Los plásticos biodegradables/compostables, hechos de combustibles fósiles o de biocombustibles, pueden degradarse al final de su vida útil, mediante procesos biológicos en instalaciones de compostaje dónde acaban convirtiéndose en CO2 y agua. Si al final de su ciclo de vida se envían a centros específicos de compostaje industrial, se disuelven y se transforman de nuevo en elementos naturales.
En Coverpan somos conscientes de que la seguridad alimentaria debe primar ante todo y trabajamos únicamente con materiales certificados y homologados que son aptos para el contacto directo con alimentos.