Es fundamental derribar ciertos mitos que existen a la hora de fabricar papel para que los consumidores entiendan que esta industria es una de las más sostenibles en la actualidad.
A pesar de la creencia popular, la pérdida neta de bosques se ha reducido de manera muy importante recuperando hasta 4 millones de hectáreas en los últimos años.
Cada año se utilizan en el mundo alrededor de 38.000 millones de cajas de cartón para enviar centenares de productos a cualquier rincón del mundo. Números siguen aumentando debido al crecimiento del comercio online. Esta situación ha puesto más que nunca el foco sobre el packaging y el impacto directo que tiene en el medio ambiente.
La madera que se utiliza en la fabricación de papel se cultiva en plantaciones sostenibles específicamente creadas para su producción. Es más: por cada árbol que se recolecta en estos terrenos se plantan tres más. El 98% de la producción de celulosa de este país proviene del cultivo de árboles para el papel, lo que equivale a más de 5 millones de metros cúbicos de madera.
Estas plantaciones suelen estar formadas de especies que tienen un crecimiento rápido. Como es el caso del eucalipto, el pino radiata o el chopo.
Esta industria alimenta y cubre la superficie forestal con 400.000 hectáreas de bosques de plantaciones, las cuales dan trabajo y favorecen el desarrollo rural. Se calculan alrededor de 5.000 empleos directos relacionados con los trabajos de repoblación y selvicultura de los cultivos de madera y 16.000 más indirectos.
Para fabricar papel, en España son necesarios una serie de certificados. Sin ellos ni las fábricas ni los proveedores podrían desarrollar su labor.
Fabricar papel, ciclo sostenible
El ciclo de vida del papel y el cartón no se detiene cuando llega a las manos de un consumidor. Tras depositarlo en un contenedor específico se trata adecuadamente para dar a luz nuevos envases. Aproximadamente la mitad del papel que consumimos anualmente se recicla, unas 4 millones de toneladas.
Según la FAO, gracias a la reforestación y al cultivo de árboles tanto en España como en el resto de Europa, los bosques están creciendo.
La industria española de papel y el cartón utiliza madera para realizar su trabajo. Pero no se puede obviar que, además del trabajo de repoblación, los bosques cultivados específicamente para ello se convierten también en grandes sumideros de CO2, con unos 7.5 millones de toneladas de CO2 absorbidas al año, que contribuyen de forma directa a frenar el calentamiento global.